Alimentación

Complementos vitamínicos: todo lo que debes saber

Con el ritmo de vida que la mayoría de la gente lleva hoy en día, a menudo es difícil alimentarse correctamente, comer cinco frutas al día e incluir verduras, verduras, cereales completos. Y ahí, soluciones para facilitar el día a día y, al mismo tiempo, mantener la salud, unen lo útil con lo agradable en forma de polvo, batidos y cápsulas. Es la era moderna de los suplementos o complementos, las vitaminas, minerales y otros componentes sintetizados en laboratorio que pueden suplir lo que no se consigue con la alimentación.

Si el organismo no tiene “combustible”, no funciona bien, entonces empiezan a aparecer síntomas como falta de disposición, concentración, aumento de peso. Antes de llegar a ese marco, algunas personas sienten la necesidad de recurrir al suplemento para suplir la falta de ingesta de nutrientes.

Los complementos no se consideran medicamentos, pero tomarlos pensando que lo necesita, incluso sin necesidad, es algo que debe ser visto con reservas. La mayoría de los suplementos nutricionales disponibles en el mercado no presentan riesgos de sobredosificación, ya que la cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes en las cápsulas está dentro de las recomendaciones de seguridad. Pero no tanto, el consumo debe ser desenfrenado. Todo tiene que tener indicaciones médicas. En algunos casos, las recomendaciones de los organismos sanitarios deben superarse para corregir deficiencias más específicas y el seguimiento de un profesional es esencial en estos casos. Además, el organismo prefiere mucho más la vitamina C de una naranja, por ejemplo, que la de una píldora vitamínica.

Motivadas por la publicidad, algunas personas insisten en tomar suplementos para complementar la alimentación, alegando querer mejorar la salud y el bienestar. Pero la necesidad real sólo puede ser evaluada por el profesional sanitario, que por los signos y síntomas del paciente puede detectar alguna carencia y optar por el uso del suplemento. No sirve de nada comprar suplementos en la farmacia porque, a menudo, la cantidad y la calidad son tan bajas que la persona está literalmente tirando dinero a la basura.

La mayoría de la gente tiene una alimentación muy monótona y come lo mismo todos los días, lo que restringe mucho la oferta y el aprovechamiento de vitaminas y minerales.

A continuación, te presentamos algunos consejos de alimentación para que no tenga que recurrir a los suplementos para complementar los nutrientes:

Las hojas verdes oscuras – como col, brócoli, rúcula – son los personajes principales y nunca deben faltar en el plato, ya que poseen casi todos los nutrientes que faltan en la dieta, como calcio, magnesio, vitamina K, C y A.

El calcio también está presente en el salmón, los huevos y los cereales. El calcio que se consume a través de la leche y de sus derivados, se utiliza poco en el organismo sin una buena absorción. En el caso de los vegetales verdes oscuros, a pesar de que la cantidad no es tan grande, el aprovechamiento es muy elevado y, por lo tanto, puede ser una elección más interesante.

El magnesio también está presente en cereales como el arroz integral. Es un mineral esencial, que forma parte de más de 250 reacciones enzimáticas en el organismo y es muy importante para la producción de energía. Podemos encontrar la vitamina K en la lechuga, la coliflor, la espinaca, el repollo y, en menor medida, en cereales como el trigo y la avena.

La vitamina A tiene como fuente, además de los vegetales de color verde oscuro, la zanahoria y las frutas de color amarillo anaranjado.

La vitamina E puede encontrarse principalmente en aceites vegetales, frutos oleaginosos en general, como nueces, almendras y castañas y germen de trigo.

La vitamina D no tiene una fuente dietética significativa. Para obtenerla es necesario que haya exposición solar, para que el organismo pueda producirla.

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